Como empresa especializada en protección de datos en Santiago, en Millennium somos conscientes de la importancia de contar con herramientas legales y organizativas que garanticen un entorno laboral seguro y respetuoso. Una de estas herramientas fundamentales es el Protocolo de Acoso Sexual o por Razón de Sexo.
La ausencia de un protocolo de este tipo no solo representa un riesgo para la integridad de los trabajadores, sino que también expone a la empresa a una serie de consecuencias legales y reputacionales que pueden comprometer su viabilidad.
Consecuencias desde un punto de vista legal
- Responsabilidad civil. Las empresas pueden ser consideradas civilmente responsables por los daños y perjuicios causados a las víctimas de acoso, debiendo indemnizarlas por los daños morales y materiales sufridos.
- Responsabilidad penal. En los supuestos más graves, la empresa puede ser considerada responsable penalmente, especialmente si se demuestra que conocía la situación de acoso y no tomó las medidas necesarias para evitarlo o ponerle fin.
- Sanciones administrativas. Las autoridades laborales imponen sanciones económicas a las empresas que incumplan la normativa en materia de igualdad y no cuenten con un protocolo de acoso.
Consecuencias a nivel de imagen
- Pérdida de confianza. La noticia de un caso de acoso sexual daña el prestigio y buen nombre de cualquier compañía, generando una pérdida de confianza por parte de clientes, proveedores y empleados.
- Dificultad para atraer y retener talento. Las empresas con una mala reputación en materia de igualdad y respeto tienen dificultades para atraer y retener a los mejores profesionales, lo que afecta negativamente a su competitividad.
- Boicot. En ocasiones, los consumidores se organizan para boicotear a las empresas implicadas en casos de acoso, teniendo un impacto negativo significativo en sus ventas.
Más allá de las consecuencias legales y reputacionales
La falta de un protocolo de acoso puede generar un clima laboral tóxico, caracterizado por la desconfianza, el miedo y la falta de motivación. Esto, a su vez, perjudicará la productividad de los empleados y los resultados de la compañía.
¿Qué debe incluir un protocolo eficaz?
Un protocolo de acoso sexual o por razón de sexo ha de definir claramente qué se considera acoso, establecer procedimientos para la denuncia y la investigación de casos, garantizar la confidencialidad de las víctimas y establecer medidas disciplinarias para los responsables. Por otro lado, el protocolo tiene que ser conocido por todos los trabajadores y que se realicen acciones de formación y sensibilización periódicas.
Ponte en manos de nuestra empresa especializada en protección de datos en Santiago
Millennium nacimos con el objetivo de asesorar a toda clase de entidades y profesionales en la elaboración e implementación de protocolos para que cumplan con las distintas normativas vigentes hoy en día
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